La Subida de la Virgen del Pino desde Las Palmas de Gran Canaria hasta su santuario en Teror es uno de los eventos religiosos y culturales más significativos de la isla. Este 2025, la celebración adquiere un matiz especial al coincidir con el Año Jubilar, bajo el lema «Camino de Esperanza». La imagen de la Virgen del Pino, patrona de la Diócesis de Canarias, descenderá desde su basílica en Teror hasta la capital grancanaria, pasando por lugares emblemáticos como el Bazar Santana, en el barrio de Schamann.
Orígenes y Significado de la Bajada
La Bajada de la Virgen del Pino es una tradición profundamente arraigada en el sentir de los canarios. Se remonta a siglos atrás, cuando la imagen de la Virgen era trasladada a distintos pueblos de la isla para pedir su intercesión durante momentos de necesidad, como sequías, epidemias o situaciones de crisis social.
Este acto de trasladar a la Virgen desde su basílica en Teror hasta otros municipios simboliza el encuentro de la Madre con su pueblo, llevándoles consuelo, esperanza y protección. En 2025, se celebra la 52ª edición de esta peregrinación, marcada por el Año Jubilar, una oportunidad excepcional de indulgencia y renovación espiritual para todos los fieles.
Itinerario de la Bajada 2025
Según el programa oficial de la Diócesis de Canarias, la imagen de la Virgen del Pino será bajada de su camarín el 27 de mayo, colocándose en el presbiterio de la Basílica. El 31 de mayo, comenzará su procesión hacia Las Palmas de Gran Canaria, siendo acompañada por miles de devotos a lo largo del camino.
Durante el trayecto, la Virgen recorrerá diversos municipios de la isla, con paradas significativas en localidades como Santa Lucía de Tirajana y Telde, donde se celebrarán actos litúrgicos, encuentros comunitarios y momentos de oración colectiva.
La imagen llegará a la Catedral de Canarias, donde permanecerá hasta el 7 de junio, coincidiendo con la celebración de Pentecostés, uno de los momentos litúrgicos más importantes del calendario cristiano.
La Subida: Regreso a Teror
Finalizados los actos en la capital, la Virgen del Pino iniciará su regreso a Teror el 15 de junio, en lo que se conoce como la Subida. Este evento es igual de emotivo que la Bajada, y moviliza a numerosos fieles que desean acompañarla nuevamente hasta su hogar en la Basílica de Teror.
Durante la Subida, se realizan múltiples paradas, tanto para el descanso como para permitir a los peregrinos la oportunidad de rendir homenaje a la Virgen mediante rezos, cánticos y ofrendas florales. Es una auténtica peregrinación de fe, donde cada paso simboliza una oración compartida.
Bazar Santana: Un Punto de Encuentro
Uno de los puntos icónicos del recorrido urbano es el Bazar Santana, ubicado en el popular barrio de Schamann, en Las Palmas de Gran Canaria. Este establecimiento, con décadas de historia, se ha convertido en algo más que una tienda: es un espacio donde se cruzan lo cotidiano y lo espiritual.
Durante las fiestas de la Bajada y Subida, el Bazar Santana se transforma en un punto de referencia para los peregrinos. Allí pueden adquirirse velas, escapularios, medallas, estampas y artículos religiosos dedicados a la Virgen del Pino. Muchos vecinos y visitantes aprovechan el paso de la Virgen para comprar recuerdos y hacer donaciones votivas.
Además, por su estratégica ubicación en una zona muy transitada del recorrido, muchos fieles se agrupan frente al Bazar para contemplar la procesión y compartir momentos de oración. Este gesto convierte al Bazar Santana en un testigo silencioso y partícipe del fervor popular que caracteriza a esta festividad.
Transporte y Movilidad: El Papel de las Guaguas
Un aspecto fundamental para la organización y la participación masiva en la Bajada y Subida de la Virgen del Pino es el sistema de transporte público, especialmente las guaguas, que facilitan el acceso y traslado de miles de personas entre Teror, Las Palmas de Gran Canaria y los puntos intermedios del recorrido.
Durante estas fechas, la empresa de transporte público en Gran Canaria implementa servicios especiales, aumentando la frecuencia de guaguas en las rutas más transitadas. Esto permite que peregrinos, tanto locales como visitantes, puedan desplazarse de forma cómoda y segura sin depender de vehículos privados, evitando congestiones en las vías y problemas de aparcamiento en zonas céntricas y de peregrinación.
Las guaguas no solo conectan las principales paradas de la procesión, sino que también ofrecen un medio para que las personas mayores y aquellos con movilidad reducida puedan participar activamente en las celebraciones. Así, el transporte público juega un papel inclusivo y esencial para que la devoción hacia la Virgen del Pino sea accesible a todos.
Preparativos y Logística
La organización de un evento de esta magnitud requiere meses de preparación. Las autoridades locales, junto con la Diócesis, diseñan un operativo que incluye cortes de tráfico, despliegue de seguridad, asistencia sanitaria, puntos de información al peregrino y control de aglomeraciones.
También se involucran voluntarios parroquiales, personal de protección civil y miembros de diversas hermandades. Este trabajo en conjunto permite que el evento transcurra de manera fluida y segura para todos los participantes.
Asimismo, los municipios por los que pasará la Virgen organizan actividades paralelas, como conciertos de música sacra, exposiciones, conferencias, rutas guiadas y mercados tradicionales, lo que refuerza el componente cultural y social del evento.
El Sentimiento del Pueblo Canario
Para muchos canarios, la Virgen del Pino no es solo un símbolo religioso, sino un referente espiritual y afectivo. Su imagen ha estado presente en momentos históricos claves de la isla y ha acompañado a generaciones enteras en momentos de alegría y también de dolor.
Durante la Bajada y Subida, las emociones se hacen palpables. No es raro ver lágrimas en los ojos de los fieles, escuchar vítores espontáneos o cantos tradicionales como el «Salve, Reina del Cielo». La Virgen se convierte en punto de unión entre creyentes y no creyentes, entre jóvenes y mayores, entre grancanarios y visitantes. La festividad genera un ambiente de comunión y solidaridad que trasciende lo religioso para ser una verdadera expresión cultural.
La Importancia de la Tradición para las Nuevas Generaciones
Un aspecto relevante de la Bajada y Subida es cómo estas tradiciones se transmiten de generación en generación. Las familias canarias aprovechan la ocasión para enseñar a los más jóvenes el valor de la fe, el respeto por las raíces y la importancia de mantener viva la historia local.
La participación activa de niños y jóvenes en los actos religiosos, en las cofradías y en la organización misma del evento es un signo claro de que la devoción hacia la Virgen del Pino sigue vigente y que el futuro de esta tradición está asegurado.
Impacto Social y Económico
La Bajada y Subida de la Virgen del Pino también generan un importante impacto social y económico. La llegada de miles de peregrinos a las distintas localidades de la isla dinamiza la economía local, beneficiando a hoteles, restaurantes, comercios y especialmente a establecimientos emblemáticos como el Bazar Santana.
Además, la promoción cultural y turística asociada al evento contribuye a reforzar la imagen de Gran Canaria como un destino que combina tradición, espiritualidad y riqueza cultural, atrayendo visitantes nacionales e internacionales.
La Bajada y Subida de la Virgen del Pino en 2025 se presenta como un evento único y cargado de significado. Bajo el lema «Camino de Esperanza», esta festividad invita a todos a renovar su fe, fortalecer sus lazos comunitarios y celebrar una tradición que define la identidad canaria.
Desde su salida en Teror, el recorrido por la isla hasta Las Palmas de Gran Canaria, con la emblemática parada en el Bazar Santana, y su regreso al santuario, cada paso es una oportunidad para compartir devoción, cultura y esperanza.
Esta celebración no solo reafirma la fe de miles de personas, sino que también subraya la importancia de mantener vivas las raíces y tradiciones que hacen de Gran Canaria un lugar único en el mundo.